martes, 27 de octubre de 2009

Colorines

Alucino en colorines, Dan Shun, un buen amigo de la Universidad de Austin (Texas), hace ya unos años me planteaba que el factor competitivo del futuro iba a ser el tiempo de respuesta, que aquellas organizaciones o personas que fuesen capaces de responder a las demandas de un cliente en el menor tiempo (la función y la calidad se presuponen) serian los que triunfarían en el siglo XXI.

Cada día compruebo que su predicción es cierta, el problema sobre todo en el mundo de la gestión viene cuando aparecen las modas y las organizaciones y sobre todo las personas se reconvierten de la noche a la mañana y son expertos en lo que sea (a consta de olvidarse del presupuesto: la función y la calidad).

Emergen también otro tipo de organizaciones y personas que sin haber echo absolutamente nada se dedican a contar los que otros han hecho y en cierta medida se lo atribuyen como propio, son los contadores de historias. Hablando por ejemplo de innovación son capaces de que la gente les posiciones como referentes sin haber innovado nunca, miento han sido capaces de innovar en la comunicación y el la venta de algo que no han hecho nunca.

Las modas, en la gestión son pasajeras, hace unos años la gestión del conocimiento, después la innovación, ahora la innovación social, mañana …, todo el mundo se apunta a las modas, hay que estar en la onda, además con la habilidad suficiente como para hablar de ello, y con la capacidad de reconvertir un proyecto de cría de ánades en un proyecto de innovación social de referencia internacional.

Alucino en colorines, con la poca capacidad de ser críticos que tenemos, de distinguir el polvo de la paja, los pájaros de las flores; últimamente aparecen innumerables entidades y personajes apuntados a la moda, a la moda del discurso, pero como dice el refrán “del dicho al hecho hay un trecho”, y es que hablar es fácil pero hacer es otra cosa. Lo inmediato, la velocidad de cambio, la constante aceleración a la que estamos sometidos hace que todo fluya sin análisis critico, que aunque nunca se haya hecho nada parezca que si.

Vivimos el momento, lo inmediato, el mundo se mueve a golpe de ratón, la impaciencia se ha impuesto, los sistemas de información nos han traído el acceso al conocimiento, hoy cualquiera va al medico y le da lecciones sobre la enfermedad que tiene o le mejor tratamiento que ha leído en Internet; la digitalización de la sociedad, la posibilidad de fabricar “casi” cualquier cosa con un click del ratón. La sociedad avanza pero no piensa, no tiene tiempo para pensar, no somos capaces de estar dos días solos reflexionando, pensando, analizando y desarrollando nuestras habilidades criticas.

Alucino en colorines, con el poco tiempo que dedicamos a pensar, con la falta de acción, con la necesidad de lo inmediato, la competitividad en tiempo real, pido, tengo, aun a costa de la calidad del servicio o del producto adquirido. Triunfa ZARA, la compra compulsiva, el sistema del ahora o lo has perdido.

No es fácil enfrentarse a la realidad, y solo las referencias en un momento dado sirven para distinguir y poder elegir. Es importante pararse, reflexionar, establecer criterios y tomar decisiones fundadas, hacer uso del conocimiento y sobre todo respetar la experiencia.

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